El Suicidio
Los seres humanos en cualquier edad, de cualquier estrato socioeconómico, raza, grado de escolaridad y estado civil, han experimentado en algún momento la extrema tristeza.
Un caso más de suicidio se registró en Colombia, esta vez fue en la capital de la República donde un joven se habría lanzado al vacío desde aproximados 105 metros en el emblemático edificio del Banco Colpatria.
Algunos videos en redes sociales despidiéndose y asegurando que se lanzaría al vacío, hacen pensar que el joven de 17 años de edad y que estudiaba en el Colegio Mayor de San Bartolomé, cuyo nombre nos reservamos, tenía motivos para saltar al vacío, presuntamente por discusiones sentimentales que lo llevaron a tomar la decisión.
El suicidio es una de las prácticas más antiguas y data desde los tiempos de Cristo, según la Biblia, Judas se habría ahorcado presionado por la culpabilidad de haber traicionado a su maestro.
El tema del suicidio ha sido expuesto en conferencias, debates, foros, canciones, obras de teatro, películas, seriados, libros, literatura, publicidad, y en todos estos formatos se busca prevenir y concientizar a las personas, que vale la pena vivir.
El suicidio es el acto por el cual una persona de forma deliberada se provoca la muerte. Por lo general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible a una enfermedad física, una enfermedad mental como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o el trastorno límite de la personalidad, el alcoholismo o el abuso de sustancias psicoactivas. El resultado de cientos de análisis de esta situación, nos muestra que quizás el más importante de los factores de riesgo individual es el antecedente de un intento de suicidio no consumado. A menudo influyen diversos factores estresantes como las dificultades financieras, los problemas en las relaciones interpersonales y amorosas, el matoneo o bullying, secretos y recuerdos que hacen daño o el acoso psicológico.
En 2017 los suicidios en Colombia fueron de 2.571 y respecto a 2016 aumentaron en 10%.
Datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia nos precisa que en la última década, entre 2008 y 2017, hubo un total de 19.977 suicidios, con promedio estimado de 1.998 casos por año.
Estadísticas de 2017, nos dice que Colombia entra a hacer parte de los datos mundiales, donde los hombres se suicidan en mayor número que las mujeres y representan el 81,49% de los casos por suicidio. En otras palabras, por cada 10 mujeres que se quitaron la vida, 44 hombres lo hicieron. Se dice que de esa cifra, el 58.23% de los casos, son hombres sin unión conyugal ya sean solteros, viudos, divorciados o separados.
“Medicina Legal nos precisa que en lo trascurrido de 2018, con datos certeros hasta el mes de julio pasado, 1.396 personas se quitaron la vida en Colombia. De ese número, el 14 % o sea 199, lo hicieron en la capital del país, lo que significa que cada día al menos una persona se suicida en Bogotá.”
Existen múltiples razones para auto atentar contra la vida, y debo mencionar que la soledad es la peor consejera, y aquellos casos en los que la incomprensión y los problemas de variada índole sumergen a las personas en un abismo de tristeza y melancolía, impulsa a estos seres indefensos interiormente a tomar un camino equivocado.
Para muchos el día mundial para la prevención del suicidio pasó desapercibido, para millones de familias en el mundo ese 10 de septiembre reabrió las heridas e hizo vigentes de nuevo en la memoria aquellos recuerdos.
“Suicidarse es un acto de cobardía y de valentía al mismo tiempo.
Cobardía cuando se piensa en hacerlo, valentía cuando se ejecuta.
O ¿valentía cuando se piensa hacerlo y cobardía cuando se ejecuta el hecho?”
Quien atenta contra su propia existencia, es porque tiene vacíos afectivos, autoestima baja, problemas mentales y carencia absoluta de Dios…
Se seguirá hablando del suicidio como práctica aberrante y se seguirán señalando a los suicidas como estupidos por no luchar buscando soluciones, lo que si debemos tener en cuenta es que el suicidio está cerca y ronda las familias, quizás el dialogo y las oportunidades de utilizar bien el tiempo libre, nos alejaría de esa absurda experiencia.
La Organización Mundial de la Salud afirma que anualmente, cerca de 800 mil personas se quitan la vida, mientras que una cifra parecida de parejas conformadas por un hombre y una mujer, luchan y sufren por querer traer un nuevo ser al mundo.
¡Cuánta falta le hace al mundo, reconocer que Dios es el dueño de la vida y solo Él tiene la soberanía de quitarla. Además es Dios quien puede hacer livianas las cargas cuando ser felices nos es imposible…