Por Alberto Santofimio Botero
Ex Ministro de Estado y Ex Senador de la República
- La divina providencia me ha permitido vivir ilusionado en el sereno otoño de la vida, este histórico momento.
- Apoyar a Gustavo Petro con los claros derroteros, que ayer definió en el discurso de la victoria, constituye un acto de sensatez y de elemental amor por Colombia.
- A ese partido liberal, grande y futurista que soñaba con paz, reformas y progreso social, lo burocratizaron y lo convirtieron en una menguada y mediocre fábrica de avales…
100% POLÍTICA │ Nación. Me siento interpretado, fielmente, en el discurso conciliador, progresista y futurista del Presidente Petro.
Deseo que sus enormes esfuerzos, que anoche triunfaron de manera contundente, por la paz, la vida, la reconciliación, el medio ambiente, la cultura y el conocimiento abierto a la juventud, también a la no exclusión, la igualdad para derrotar la pobreza, la libertad de prensa y de información y el gran acuerdo nacional por él propuesto, con generoso espíritu patriótico, tengan el firme apoyo de todos los colombianos.
No más odio entre hermanos. No más violencia.
Como dijo el poeta Luis Vidales, “La única muerte futura que aceptamos, es la muerte de la guerra”.
No más desigualdad, no más ‘cáncer de la corrupción’.
No más politización de la justicia y judicialización de la política.
No más fundaciones familiares para saquear el patrimonio del Estado.
No más gobierno de los contratistas, no más columpios de los mismos y las mismas fichas de los gremios a las Ramas del Estado. Méritos y no intrigas para acceder a los cargos de la Rama Judicial…
No más persecución miserable, desde el poder a los adversarios…
Salud, educación, trabajo, techo, tierra y oportunidades para nuestros campesinos y nuestros proletarios urbanos…
Regresar a la fuente pura del espíritu de la Republica Liberal con la función social de la propiedad, para crecer, redistribuyendo riqueza y oportunidades, para todos, sin exclusión y respetando la Constitución, para proteger los derechos adquiridos legalmente.
No más pensiones fraudulentas.
No más auxilios disfrazados desde el poder central para envilecer el ejercicio de los congresistas. Que estos, si no apoyan al gobierno, no se acomoden en el nuevo régimen a través de puestos y partidas regionales.
Que quienes no estén de acuerdo, hagan oposición a la intemperie, con decoro político e independencia crítica…
En el horizonte viene un nuevo orden político, económico y social para el prometido país del amor, la vida y la esperanza.
Apoyar a Gustavo Petro con los claros derroteros, que ayer definió en el discurso de la victoria, constituye un acto de sensatez y de elemental amor por Colombia.
La «patria socialista del mañana» que, al lado de Salvador Allende y de Felipe González, proclamé para Colombia desde 1975, llegó ayer, por fin y por indiscutible voluntad de la mayoría nacional.
Largamente aplazado este sueño de reformismo democrático, en libertad, fue traicionado por quienes, en mala hora secuestraron y se apoderaron mañosamente, de la dirección del liberalismo, que en 1989, tuve el máximo honor de presidir.
Fue en ese mismo tiempo histórico, en el cual definimos al Tolima como territorio precursor del Acuerdo de Paz Nacional, en el célebre encuentro del Teatro Tolima. Esa paz que hizo posible luego, la expedición de la Constitución de 1991, nació y creció en nuestro territorio, amplio y generoso.
En ese titánico esfuerzo visionario, participó con nosotros el Presidente Petro, como miembro entonces del M19. Así lo reconoce él mismo, en su libro autobiográfico, recientemente publicado.
A ese partido liberal, grande y futurista que soñaba con paz, reformas y progreso social, lo burocratizaron y lo convirtieron en una menguada y mediocre fábrica de avales…
Manzanillos grises, oportunistas e inescrupulosos, traicionaron las ideas que, fueron el motor y la esencia del liberalismo colombiano, desde la República Liberal de nuestros ilustres coterráneos López Pumarejo y Echandia; la gesta de Jorge Eliecer Gaitán y del MRL de Alfonso López Michelsen en nuestra juventud rebelde.
“Anoche, sentí emocionado que, por fin, esas ideas y esos sueños redentores, a los que entregué lo mejor de mi existencia batalladora, llegaron al gobierno.
Por esto, pido a mis paisanos tolimenses y a mis amigos de toda Colombia, apoyar y rodear al Presidente Petro, con patriótica generosidad…
La divina providencia me ha permitido vivir ilusionado en el sereno otoño de la vida, este histórico momento”.
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www.canicaradio.com reconoce a través del enunciado del ex ministro y ex senador Alberto Santofimio Botero, el triunfo de Gustavo Petro Urrego, quien recientemente fue elegido presidente de Colombia.
Replicamos los renglones escritos por el doctor Santofimio, porque consideramos que sus palabras son de interés general para los seguidores de esta plataforma integral de medios.
Desde esta redacción, nos unimos a la esperanza de un mejor vivir y que al trascurrir de los años los colombianos puedan experimentar que es posible habitar un país sin guerra y con garantías de libertad y democracia.
Rodrigo Ariza – Director General CANICA Producciones SAS
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